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viernes, 5 de diciembre de 2008

FFF

Coincidencias. Siempre me han gustado. Cuando éstas suceden creo con más convicción que nunca en aquello que hago. Pura superstición. Puro destino. Pero no tenía otra manera más original de explicar mi narrativa que como el flechazo resultante de muchas coincidencias. Empecemos por el origen de ellas.

El proyecto que nos plantea OFFF tiene como nombre Two Twenty-two. La primera coincidencia para hablar de mi historia es ese número protagonista. El 2. Se repite tres veces. Es el único número que da el mismo resultado si se suma con sí mismo, si se multiplica por sí mismo o si se eleva a si mismo. Ese resultado es 4. Mi narración al contar dos historias, una directa y otra indirectemente, significa que el tiempo estipulado de 2:22 minutos se convierte indirectamente en 4:44 minutos. Si ponemos ese número en ingles tal y como hace OFFF, nos sale las siglas FFF. Four Forty-Four. El dos además significa el enfrentamiento de los opuestos en busca de la unidad. La ambivalencia y el conflicto. Es la lucha permanente entre el bien y el mal. Representa la oposición de los contrarios: virtud y pecado, luz y oscuridad. El carro de la compra es el mejor puente para ir de esa luz a esa oscuridad o como pasará en Omsimusnoc, de la oscuridad a la luz. Con el único fin de narrar las vidas de aquellos que consumen y de aquellos que se consumen en nuestra sociedad de consumo.

Mi historia grabará una serie de acontecimientos de manera lineal que luego se reproducirán en sentido inverso también de una forma lineal. De esta manera quiero contar dos historias a la vez en el mismo tiempo. 2:22 minutos. Una buena y otra mala. Omsimusnoc y consumismo.

Omsimusnoc es la historia buena y la que se contará directamente. Un carro de la compra abandonado, es liberado de unas cadenas que lo aprisionan. Pasa de estar oprimido a estar en medio de una playa. Pasando de sitios llenos de sombras (zona industrial) a sitios llenos de luces (zona centro). Fuera de su mundo la pobreza es menos pobre. Los más necesitados dejan los objetos en vez de cogerlos. El mundo es más ecológico. Los jóvenes recogen las cosas tiradas en la arena. Las personas son más humanas. Devuelven los carros de la compra, que ya no necesitan los menos favorecidos, al supermecado. Y Menos consumista. Todo lo consumido es devuelto.


Consumismo es la historia mala y la que se contará indirectamente. Un carro de la compra espera su turno para empezar la rutina de todos los días junto con sus otros compañeros. Unos jóvenes lo cogen. Lo llenan de todo tipo de bebidas alcohólicas. Y lo arrancan de su vida diaria para llevárselo a una playa donde tendrá lugar la fiesta. Acaba abandonado con la única compañia de botellas y vasos esparcidos por la arena. Lo recoge otra persona para, quizás, llevárselo a otro sitio mejor. Pero acaba siendo utilizado como medio para transportar las cosas viejas que va recogiendo del suelo. De contenedor en contenedor el carro de la compra acaba con su triste existencia encadenada a un poste de luz.


Keep thinking...

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